Lidera desde el corazón

Liderar desde el corazón podría sonar como algo abstracto o muy romántico, pero es todo lo contrario: es una práctica profunda, concreta y respaldada por estudios científicos.

Cuando lideras desde el corazón, estás cultivando la compasión y la coherencia emocional, usándolas como brújula al tomar decisiones importantes. Es escuchar una sabiduría interior que muchas veces olvidamos, pero que podemos aprender a reconectar.

Tienes alrededor de 86 mil millones de neuronas en el cerebro, 40 mil en tu corazón y 100 millones en el estómago. Es impresionante pensar que no solo tu cerebro craneal tiene neuronas, ¿verdad? Tu corazón es, además, la fuente de energía electromagnética más poderosa que existe en tu cuerpo. Su campo eléctrico es aproximadamente 60 veces más amplio en amplitud que el producido por tu cerebro. Para que te hagas una idea práctica: este campo, que podemos medir con un electrocardiograma (ECG), está presente en toda la superficie de tu cuerpo y se siente como una especie de campo de energía invisible que irradias constantemente.

Pero esto no termina ahí: el campo magnético de tu corazón también supera al del cerebro, siendo más de 100 veces más potente y alcanzando hasta 90 cm fuera de tu cuerpo. Es como si tuvieras una burbuja invisible que se extiende alrededor tuyo y que influye en ti y en quienes te rodean.

Además de su potencia energética, tu corazón alberga una red neuronal que le permite hacer cosas asombrosas: puede recordar experiencias, tomar decisiones independientes e incluso sentir emociones de forma autónoma. Esta capacidad intuitiva y emocional hace que escuchar a tu corazón sea mucho más que una frase bonita, es algo real, práctico y profundamente humano que puedes cultivar y aprovechar en tu vida diaria.Esta red neuronal en tu corazón está en constante comunicación con tu cerebro y tu estómago, y es esa conversación silenciosa la que nutre tu intuición y guía tus decisiones desde un lugar más profundo.

Tu corazón puede ser un poderoso aliado para manejar tus emociones y mantener la calma. De hecho, quiero invitarte a hacer algo ahora mismo: coloca tu mano en el pecho, siente tus latidos y respira lentamente. Pon la otra mano en tu estómago, tienes otra red neuronal ahí y conectar con ella te hará sentir más tranquilo. Con algo tan sencillo puedes experimentar una sensación de tranquilidad y también conectas con tu intuición.

Para entender mejor cómo liderar mejor desde el corazón, piensa en estas dos dimensiones:

Tu corazón como fuente de información valiosa:

La inteligencia de tu corazón es real y poderosa. Esta red neuronal cardiaca aprende, recuerda y toma decisiones, y lo hace dialogando constantemente con otras redes neuronales en tu cuerpo, especialmente la del cerebro y del estómago. Esa conexión es el fundamento de lo que llamamos intuición: esa voz interna que, sin muchas explicaciones racionales, suele indicarte cuál es la mejor decisión en una situación dada. Conectarte con tu corazón te acercará a tu intuición, a la información que tu cuerpo recibe de tu entorno.

La coherencia cardiaca como camino a la calma:

Para entender cómo tu corazón influye en tu bienestar, hablemos de la variabilidad de la frecuencia cardiaca (VFC). Es natural que tu corazón se acelere y desacelere con cada respiración. Este ritmo está conectado con tu sistema nervioso autónomo, compuesto por el sistema simpático (acelera, activa) y el parasimpático (desacelera, relaja). El equilibrio entre estos dos es clave para tu tranquilidad y salud emocional.

El Dr. David O’Hare, que lleva décadas estudiando este tema, usa esta metáfora: imagina que conduces bajando una colina; tu sistema simpático sería como el acelerador, mientras que el parasimpático es el freno. Cuando hay equilibrio, puedes navegar la vida con más serenidad y resiliencia.

Incrementar tu VFC mejora tu capacidad para manejar el estrés y favorece una salud integral: baja tu presión arterial, reduce el cortisol (la hormona del estrés) y te vuelve más resistente emocionalmente. Practicar respiraciones profundas y pausadas (unas seis respiraciones por minuto) mejora la coherencia de tu corazón, lo que además calma directamente la actividad en la amígdala, el área del cerebro asociada al miedo y al estrés.

Tu intuición no solo es emocional, sino también física y neuronal. Está influenciada por lo que recuerdas y por cómo tú corazón procesa esas memorias en tiempo real.

Cultivar esta conexión consciente con tu corazón te hará un líder más empático, más compasivo y, sin duda, más sabio.

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